SILENCIOS QUE HABLAN
El mundo de la sordera es tan inmenso que lo abarca todo. Una vez adentrados en esta maravillosa cultura es difícil salir de ella y menos aún cuando somos conscientes de todo lo que supone para las personas sordas el hecho de que se les considere como personas normales y que no les añadamos más obstáculos de los que ya tienen. Por fin hemos llegado a la conclusión de que son perfectamente capaces de comunicarse en el silencio.
Hace un par de meses, el diario Información publicó un reportaje titulado “Silencios que hablan”. La signante que aparece es Inmaculada Cascales, mi profesora de lenguaje de signos. Dicho reportaje nos habla del gran avance en este tema de la Biblioteca de Signos, dentro de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. El principal objetivo del proyecto de la Biblioteca Virtual es el de crear una gramática visual, dividida en morfología, compuesta de ocho lecciones y que posteriormente pasará a llamarse “Gramática didáctica de la lengua de signos española”. Todo ello con la correspondiente explicación visual en lenguaje de signos. Lo más destacable del reportaje es la gran atención que se le presta a la literatura dentro de dicha biblioteca, en especial, a la poesía. Es verdaderamente espectacular escuchar y observar la traducción/interpretación de una poesía en lenguaje de signos. Por ejemplo este poema de la lírica tradicional.
Dicha "Gramática didáctica de la lengua de signos española" es de vital importancia para los estudios lingüísticos que demuestran que la lengua de signos no es mimo, como se ha pensado tradicionalmente hasta ahora, sino una lengua con gramática propia, es decir, una lengua natural que existió incluso antes de las lenguas orales. Como toda lengua natural posee todas las propiedades y complejidades de una lengua oral. La fonología de la lengua de signos se denomina queirología, basada en la visogestualidad. Un factor que determina la lengua de signos es la iconicidad, es decir, aquel signo que mantiene el parecido entre la palabra con su significado (por ejemplo: casa, caminar, coche). Por ello, debo decir lo mucho que me sorprendió entendenr a la
profesora el primer día de clase y no, como he dicho anteriormente, por la mímica, sino por la gran iconicidad que existen en las lenguas signantes. Dichos signos icónicos se dividen en quinésicos y deícticos (personales y temporales). Eso sí, no debemos de olvidarnos de todos los demás signos restantes que son arbitrarios, esto es, lo no icónico (por ejemplo: los colores).
Otro tema también importante es el Sistema de Escritura Alfabético (SEA), que permite a las personas sordas traducir todo tipo de obras al lenguaje de signos a través del ordenador. Además, se está trabajando en la traducción asistida por ordenador, todo un logro para las personas sordas y para todos aquellos interesados en ello.
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