domingo, 24 de mayo de 2009

LSE Y LSC, LENGUAS OFICIALES DESDE 2007.

Como ya sabéis, la LSE y la LSC son oficialmente lenguas desde el 2007, concretamente desde el 28 de junio de dicho año. Seguramente os podéis imaginar la gran repercusión que tuvo en toda España y la satisfacción de la Cultura Sorda al conocer esta noticia. Algo que ansiaban desde hacía muchos años y que se lo habían negado por ideas políticas, sociológicas, etc. Una página web que me gusta mucho por lo bien redactada que está toda la información y porque aparece mi profesora de la asignatura signando la noticia, entre otras cosas, es el siguiente:

El taller digital

Antes de que se hiciese oficial esta lengua, hubo un anteproyecto presentado en el Congreso de los Diputados en septiembre de 2005. Pues bien, en 2006 se celebró una comparecencia en el mismo lugar en relación con el proyecto de ley por el reconocimiento y regulación de la lengua de signos española así como los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. En él, se presentó Ángel Herrero Blanco, director de la Biblioteca de Signos de la Universidad de Alicante y de varios proyectos de investigación de LSE y tomó la palabra para leer un interesante discurso sobre las lenguas de signos. Podéis leerlo en el siguiente enlace antes de seguir leyendo esta entrada del blog en la que me centraré en algunos aspectos de dicho discurso.

Discurso Ángel Herrero - Congreso de los Diputados

El primer punto a destacar son los argumentos que lleva a cabo Ángel Herrero para explicar que las lenguas signadas son también lenguas naturales y completas como las lenguas orales, es decir, tiene una gramática muy diferente a la lengua oral española y, por la tanto, para aprenderla es necesario empezar desde el principio, como una lengua extranjera más. Además, uno de los proyectos de este lingüista es el de un diccionario histórico en la Biblioteca Miguel de Cervantes que tiene vídeos grabados con 1.500 signos de 1851 y otros 200 de 1797, entre otros. Esto nos viene a demostrar que la lengua de signos española es una lengua histórica y que ha evolucionado al igual que las lenguas orales.

Además, se está haciendo mucho hincapié en el SEA pues sirve como nuevo método de búsqueda de información. Se trata de buscar la palabra tal y como se hace actualmente con otros idiomas, solo que en este caso aparece un vídeo signado con la palabra. También servirá en un futuro para la aplicación en el ámbito de la traducción automática. Un gran avance, sin duda.

El segundo punto a destacar es el valor incalculable del reconocimiento legal en 2007 de las lenguas orales española y catalana. Pues no sólo reconoce una comunidad lingüística sino que también reconoce toda una cultura, la Comunidad Sorda, un patrimonio cultural que no debería perderse por nada.

Un tercer aspecto al que se refiere Ángel Herrero es el derecho y el deber de las personas sordas a la oralización como medio de comunicación. A diferencia de las personas oyentes que pueden optar por las dos lenguas, las personas sordas son bilingües ya que necesitan las dos como medio de comunicación, una es la lengua natural y la otra la que ha de hablar para que los oyentes les entendamos.

El último aspecto en el que dicho lingüística se adentra es bastante comprometido: la relación entre la lengua de signos española y la catalana y la normalización de las lenguas orales. Según Ángel Herrero, las lenguas signantes poseen un gran número de coincidencias en cuanto al léxico pues dos personas sordas podrían entenderse en cuestión de horas aún sin hablar el mismo idioma. Un motivo importante por el cual están intentando normalizar las lenguas es el hecho de que las personas sordas son un grupo minoritario y en ocasiones han de acudir a otras lenguas (que no son las suyas naturales) para acceder a la información del mundo. Una normalización de dichas lenguas apoyaría la continuidad de ellas y, por lo tanto, el desarrollo cognitivo de los niños sordos del futuro.

Aunque pensemos que está todo hecho con la aprobación de la ley de las lenguas signantes, todavía quedan muchas otras en las que la ley se ha quedado algo coja. No debemos olvidarnos que la cultura sorda ha existido siempre, desde que la primera persona sorda nació y se comunicó con signos. Es por eso que cualquier ayuda a la Comunidad Sorda nunca está de más y todo lo que han conseguido en apenas dos años es un gran logro. Esperemos que continúen adelante.


Ley 27/2007, de 23 de octubre.

La presente Ley tiene por objeto reconocer y regular la lengua de signos española como lengua de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas en España que libremente decidan utilizarla, sin perjuicio del reconocimiento de la lengua de signos catalana en su ámbito de uso lingüístico, así como la regulación de los medios de apoyo a la comunicación oral.

Asimismo la presente Ley tiene por objeto reconocer la lengua de signos catalana, como lengua de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas en Cataluña, que libremente decidan utilizarla, sin perjuicio de la ulterior regulación legislativa y reglamentaria que pueda corresponder a la Generalitat de Cataluña, en desarrollo de sus competencias.

Todas las alusiones que esta Ley hace a la lengua de signos española se entenderán hechas a las demás lenguas de signos españolas, para su ámbito territorial propio, sin perjuicio de lo que establezca la normativa propia de las respectivas comunidades autónomas en el ejercicio de sus competencias.

También es objeto de esta Ley la regulación de los medios de apoyo a la comunicación oral destinados a las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.

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