domingo, 8 de febrero de 2009

SEGUNDA IMPRESIÓN


El ordenador no funciona, voy a secretaría.

Esta semana hemos tenido nuestra segunda y tercera clase práctica. Sin embargo, en la entrada de esta semana no empezaré con lo que he aprendido en estas clases, sino con aquello que no se ve. Lo primero que tengo que decir es que me ha vuelto a sorprender la profesora. No sólo es capaz de darnos una clase magistral en cuanto a la enseñanza, sino en la vida real también. Digo esto porque como en la clase anterior, Inmaculada empezó haciendo lo mismo (encender el ordenador, colocar su chaqueta, ordenar sus apuntes, sonreír…), pero el ordenador no funcionaba. En estos casos, cuando algún material de la clase no funciona, el profesor que está en el aula va a secretaría, explica el problema y vuelve con la persona encargada y lo soluciona. Pero claro, hay una parte en todo este proceso que implica una conversación (explicar el problema). Pues bien, a los cinco minutos, Inmaculada volvió con el encargado y, por lo que observé, intentaba explicarse con gestos y con algunas palabras que lograba pronunciar. Le había entendido perfectamente. Todo solucionado.

Como ya he dicho al principio, nuestras clases prácticas de lenguaje de signos han continuado esta semana. Ya sabemos presentarnos, saludar, despedirnos y algunas palabras de cortesía como “por favor”, “gracias”, “de nada”, “perdón”, “bienvenido” y “encantado de conocerte”. También sabemos contar del 1 al 10, algunos signos de servicios necesarios para una persona sorda: “servicio de intérpretes”, “servicio de intermediación”, “taxi”, “bomberos”, “policía” “estación de tren”, “aeropuerto”; y los medios de comunicación y telefonía más importantes (teléfono, móvil, ordenador, RDS, y fax). Creo que es una buena base para empezar a tener una relación de amistad con alguna persona sorda. La conversación más extensa sobre algún tema interesante ya vendrá más tarde pero, por lo menos, la amistad ya la tengo.



La sordera: la minusvalía invisible.

No todo en esta asignatura es práctica, también tenemos teoría. Y ha sido esta semana también cuando hemos tenido el primer contacto con esta materia. No voy a enrollarme mucho en este asunto. Sólo matizar algunos puntos importantes sobre la sordera para que quede clara y así centrarnos definitivamente en lo importante:
- El oído, además de ser un órgano sensorial, aporta a nuestro cuerpo el equilibrio gracias a la espaciopercepción . ¿Has probado alguna vez a taparte los oídos y a quedarte con una sola pierna? No es tan fácil.
- Los sonidos se miden en decibelios (dB). Para una persona normal, la intensidad de algunos sonidos sería:
· 130 dB: Umbral doloroso
· 120 dB: Trueno intenso
· 100 dB: Sonido del metro
· 90 dB: Camión pesado
· 50-65: Conversación normal
· 20 dB: Cuchicheo
En estas circunstancias, una persona sorda (aquí también tendríamos que tener en cuenta qué porcentaje de sordera tiene) empezaría a escuchar a partir de 100 dB o 120 dB, gracias también a las vibraciones que estos sonidos causan.

- Para establecer el tipo de sordera de una persona con esta enfermedad, nos basamos en la cantidad de pérdida de audición:
· Leve: pérdida de 21 a 40 dB
· Moderada: pérdida de 71 a 90 dB
· Profunda: pérdida mayor de 90 dB
· Total o Cofosi: más de 120 dB

- Si hablamos de vibraciones, debemos hablar de frecuencia, esto es, el nº de vibraciones completas o dobles por segundo. Se mide en ciclos por segundo (c/s) o hertzio. Podemos distinguir dos tipos de sonidos dentro de las vibraciones: infrasonidos (16 c/s) y ultrasonidos (+ 20000 c/s). La sensibilidad para percibir tonos se deteriora, como también es cierto que los jóvenes tienen más facilidad para escuchar los infrasonidos. En el siguiente enlace os propongo que averigüéis por vosotros mismos si sois capaces de oír los infrasonidos. La noticia no tiene desperdicio. Comenta en mi blog lo que opinas.

http://www.20minutos.es/noticia/157121/6/

No hay comentarios:

Publicar un comentario